si un día dejo de abrazar a los árboles
si un día dejo de escribir
si un día dejan de brillar mis ojos
y su luz sólo es reflejo de un mundo que se mueve alrededor
si dejo de escuchar los pájaros en la mañana
y de admirar a la luna en mi desvelo
si dejo de sentir sus manos calientes
o sus sonrisas corriendo por la casa
si un día dejo de escribir
y me lanzo al vacío de la rutina
respiro
si he dejado de escribir
que los árboles, los pájaros, los ojos, manos, risas, las
mañanas, las lunas, la luz y las sombras, los vacíos y las rutinas
sepan
y que quede muy en claro, que el río aún nace de mí
y que viene con bravura.